
La “Izquierda Light” En Tiempos Neoliberales
- 04/08/2019
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Es fácil no hacer nada y luego criticar, sin embargo, es bueno cuando viene cargada de propuestas.

Autor: Rupert Enríquez Chasin
Licenciado en Comunicación social por la Universidad Técnica de Machala, actualmente ejerce la docencia en Lengua y Literatura a nivel secundario.
«Para evitar la crítica no hagas nada, no digas nada, no seas nada».
-Elbert Hubbard-
Hay personas que sólo se empeñan en juzgar y lanzar la piedra para sentirse que están libres de “pecados”. Es fácil no hacer nada y luego criticar, sin embargo, la crítica es buena cuando viene cargada de propuestas. Recuerdo algunas palabras de Álvaro García Linera vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, refiriéndose a los “izquierdistas de cafetín”, que estos señores les gusta criticar la Revolución desde la comodidad de una cafetería, tomando café con crema, hablando de la única revolución que han visto sólo a través de History Channel, que hay que apartarse del Estado para que no te contamine con su poder y aislarte en tu comuna. Esa es una izquierda “deslactosada” indicaba muchas de las veces en sus conferencias.
Yo le llamaría una “Izquierda Light” que únicamente se ha dedicado hacer uso de su “lengua” pero, ¿cuáles son las características que definen a esa seudo-ideología? Por ejemplo: “defienden la naturaleza” oponiéndose a todo proyecto estatal extractivista, realizan marchas contra la minería y las petroleras. Hacen toda esta politiquería desde sus Smartphone y sus chaquetas de cuero exportado y carteras de piel de cocodrilo. Mientras miles de niños mueren por desnutrición, mientras miles de familias viven en casa de barro, cocinan en leña y no cuentan con los servicios básicos, mientras el analfabetismos carcome, crece el desempleo y la brecha entre ricos y pobres aumenta drásticamente.
Álvaro García enfatiza que es necesario seguir temporalmente con el extrativismo hasta conseguir los recursos y generar las condiciones de una sociedad más igualitaria, paralelamente a esto se debe impulsar la economía del conocimiento, la explotación de la mente, establecer las bases del valor agregado y perfeccionarlas, solamente así se dejará gradualmente el extrativismo.
Otra característica de estos señoritos es que piensan en todo momento en rechazar el poder del estado, la división del trabajo, el capital en sí, en fin. No se dan cuenta que para poder llegar a la consecución de derechos y al manejo de la economía, es necesario conquistar el poder del estado, ya que el estado es una máquina que concentra decisiones, es un monopolio, es el capitalismo disfrazado de democracia representativa, depende de quién esté al mando para lograr los objetivos para dominar al capital y ponerlo al servicio de las grandes mayorías. Hay que conquistar, en todo momento, el poder para generar los espacios sociales, económicos, científicos y culturales que conlleven a la consolidación del progresismo en nuestra región.
Las universidades juegan un papel importante para llevar acabo los espacios donde los jóvenes puedan debatir esta temática. En nuestro país Ecuador en los últimos dos años el gobierno de transición neoliberal en contubernio con la oligarquía política y económica, se volvieron ultra-pragmáticos con la Constitución, faltaron al debido proceso, el Transitorio se creía por encima de la carta magna y manejaron el estado de derechos como si fuese una empresa privada.
¿Dónde está la cultura del debate? Es evidente que la Academia no se ha activado, desde el siglo pasado Antonio Gramsci (1975) cuestiona: “¿Cuál ha sido el papel de las universidades en cuanto a su influencia de generar cultura?” Debemos comprender cuál ha sido nuestro desarrollo histórico, cuáles han sido las políticas de los 90 que nos llevaron al fracaso, para de esta forma buscar la vía efectiva y estar del lado correcto de la historia, reconociendo el espacio-tiempo en el cual se consiguieron más derechos sociales y laborales, estabilidad económica y política. Despertar las convicciones populares haciendo conciencia de su condición de clase y que por ley natural le corresponde, es el verdadero trabajo de la generación actual.
Señores la civilización no es un proceso petrificado, es un cambio continuo, es una evolución permanente. Parafraseando al Dr. Agusto Tandazo no debemos volver nuestra vista atrás pueda que nos convirtamos en sal y el más leve viento nos destruya, miremos hacia adelante, corrijamos y avancemos. Ronald Reagan y Margaret Tatcher nos dijeron a finales de los 80 que no hay otra alternativa al neoliberalismo ¿nos quedamos con eso? Si reflexionamos y redefinimos nuestro actuar lograremos la segunda y definitiva independencia latinoamericana.